Por Brenda Reyes Tomassini – “Mami estoy aburrid@”. ¡Cuantas veces no he escuchado la misma frase durante los últimos 13 años!  ¡Y multiplicada por 4! Aunque durante el semestre escolar los chicos se mantienen ocupados con  actividades y proyectos escolares, el verano pone de manifiesto el aburrimiento 24/7. Dada la difícil situación económica que afecta a muchos hogares muchas amistades han decidido este año no enviar a sus hijos a campamentos de verano. Me incluyo en la lista. Entre visitas a mi oficina, estancia en casa con una babysitter varias horas y “camp abuelos” cuando llega el fin de semana están deseosos de aventurarse fuera de los confines familiares.

A mis chicos le encantan las actividades al aire libre. Entre las alternativas de bajo costo que hemos disfrutado este verano están la típica vuelta al Viejo San Juan a volar chiringas. Las chiringas fueron adquiridas en especial en una tienda con anterioridad. Empacamos agua, jugos y meriendas y llegaron muertos del cansancio luego de una tarde de sol y volar chiringas.  Si el presupuesto lo permite compramos unas piraguas al salir del Morro cuando vamos allí.

Otra actividad que disfrutan es ir a hacer ejercicios con papá y mamá.  Aunque muchos padres se quejan de que carecen tiempo para hacer ejercicios, no hay nada menos cierto.  Con los dos pequeños adquirimos un coche doble de correr.  Aunque un poco difícil de doblar y montar en la guagua este coche fue mi salvación.  Ahora que están grandecitos hacemos ejercicio todos con las bicicletas. Los niños gozan muchísimo cuando los llevamos al Parque Lineal de Bayamón, el Parque Muñoz Rivera y hasta el Parque del Tercer Milenio para luego darnos un chapuzón en la playa.  Allí también he visto padres pedaleando con sus hijos en un cargador en la parte de atrás de la bicicleta. En el Parque Lineal de Bayamón el estacionamiento es gratis y el recorrido de punta a punta es de unas 8 millas.  En el Muñoz Rivera y el del Tercer Milenio hay que pagar estacionamiento, sin embargo tienen otras diversiones como columpio y chorreras y playa respectivamente.

Un lugar frecuentado por los chicos de nuestra familia es la biblioteca.  En Puerto Rico muchos municipios tienen bibliotecas en dónde podemos tomar libros prestados y hasta disfrutar de la lectura de un cuento.  En Dorado está la biblioteca Jane Stern, Manatí cuenta con una biblioteca municipal justo en la entrada del pueblo, en Guaynabo está la de Bucapla y San Juan posee la Biblioteca Carnegie, entre otras que hemos visitado.  En la Base Ft. Buchanan hay una excelente biblioteca también, a la cual llevo a los niños con frecuencia. Esta es de acceso para militares y empleados federales.   Muchas de estas bibliotecas tienen la hora del cuento, en donde se dramatizan cuentos para el disfrute de los niños.  En caso que la biblioteca esté cerrada otra alternativa es visitar una librería.  Allí también tienen dramatizaciones de cuentos y espacios para incentivar la lectura.  A mi me encanta ir a Border’s de Carolina, ya que es un poco más tranquilo que Plaza Las Américas,  y en donde todos en la casa disfrutamos.  Papá en el área de música, y mamá y los chicos con los libros.

Si escuchas un “estoy aburrid@”, ¡declara tu casa zona de no aburrimiento!  Nada de quedarnos en casa con nuestros chiquitines. Hay muchísimas opciones de bajo costo para llevar a nuestros hijos a paseos y salidas. Así sea que llevemos el baúl lleno de tereques, bicis, coches y cargadores lo importante es que todos la pasemos bien.