Mis amigos, hoy se revolvió el avispero! La mañana empezó un poco accidentada ya que a todo el mundo se le pegó la sábana y ya saben que eso se traduce a levantarnos con el corazón acelerao, o sea NADA de zen en el ambiente. El tipo de mañana que estoy segura con quienes muchos se pueden identificar…”¡ponte la ropa!” “¿te lavaste los dientes?” “¿se comieron el desayuno?” “¿salieron los perros?” ¡¡¡AY QUE PREPARAR ALMUERZOS Y LONCHERAS!!!! ¡¡¡NO ENCUENTRO MI CELULAR!!! ¡¡¡Y TENGO REUNIÓN A LAS 9:30!!!!!

Y mi querido marido con la paciencia que lo caracteriza (al menos en la mayoría de los días ;)!) me mira y me dice, “voy a ayudarte a terminar el blog de hoy” …¡¡¡¡¡AAANDDAAAAA EL BLOG!!!!!! Ya saben que esto de tener muchos trabajos no está facil :-).

Pero al final del día, todo resultó muy bien.  ¡No hubo bajas! (Aunque la mayor le puso mermelada a una tostada con mantequilla de almendras, y tenemos serias dudas de que esté dentro de los parámetros establecidos :)).

Para el almuerzo, dos miembros de la tropa  fueron a comer a un restaurante orgánico:  quinoa con vegetales, hummus, y ensalada.    El chiquito almorzó un sandwich con pan integral (hecho en una panadería con solo cinco ingredientes) y queso Muenster.  De merienda frutas y una bolsita de popcorn preparado en casa (compramos granos orgánicos de palomitas de maíz y los pusimos en una bolsita de papel en el microonda por tres minutos y medio y ¡voila!  También se pueden hacer en el horno a los que no le guste utilizar el microonda si lo ponen en 325 por 6 a 8 minutos.  No lo he tratado todavía pero esa es la próxima).  Finalmente, para mí, una ensalada de habichuelas (habichuelas rojas, blancas, y garbanzos) con un dressing de aceite de oliva, vinagre balsámico, ajo, y un poquito de miel). Aunque no lo hice ayer, a esta receta casi siempre le añado queso feta o de cabra y almendras y sabe riquísimo.  ¡Muuuuchas proteínas!

De cena, mi marido preparó un pollo entero (orgánico y criado fuera de jaulas, “cage free” en el difícil), cocinado a fuego lento con una buena dosis de orégano, albahaca, ajo en polvo, sal de mar, tomillo (“thyme”) y eneldo (“dill”).   Incluimos abajo la receta con las cantidades exactas.  Para acompañarlo, las chicas prepararon unas habichuelas negras orgánicas con ajo, aceite de oliva y sal de mar, con una rajita de aguacate por el lado.  Todo esto acompañado de arroz basmati integral. Otro éxito rotundo, el chiquito ni se quejó y terminó de comer en tiempo récord.

Mi marido ya decidió que para el café mañanero, no más azúcar, convertido permanentemente a la miel como endulzante, al punto que en la oficina no tenían miel, y dejar pasar esa súper máquina de espresso es un pecado, así que fue a comprarse un potecito de miel para tenerlo en la oficina. Claro, que la meta es lograr tomar el café sin azúcar o endulzantes… pero como dicen por ahí… “con calma” :). Por el momento, movernos de azúcar a un endulzante natural creo que es un buen primer paso.

¡¡Ya empezando el día 5, a mitad de camino!!  Mañana les contaremos como nos fué hoy.  🙂

Entre tanto, por favor no dejen de compartir comentarios, preguntas o sugerencias.  ¡¡Gracias por el apoyo!!