¡Llegamos al día 5!  Pero les confieso que ayer no dio tiempo de organizarnos mucho y las ganas de cocinar estuvieron en cero. Así es que optamos por hacer lo mejor que pudimos con lo que quedaba en la nevera y con las “sobras” de la semana  – o sea, no seguimos el menú para nada.  Aún así, para mi sorpresa, no tuvimos problema alguno siguiendo las reglas del 10-day pledge.

Y ayer nos dimos cuenta que como en el diario vivir el plan funciona hasta que deja de funcionar (como diría mi hermana :)). tenemos que saber improvisar mientras seguimos las reglas.  Habiendo dicho eso, antes de compartir nuestro menú del día,  les cuento que ayer también hicimos un poco de reflexión.

Durante la cena nos pusimos a hablar de como cada cual se sentía ahora que estábamos a mitad de de camino.  Los comentarios fueron mixtos :), y me hicieron entender que lo importante en este proceso no es lo que estamos dejando de comer (porque mira que es increíble como cuando le decimos al cuerpo que no puede comer algo ESO mismo es lo que te pide), si no entender cual es la importancia de comer saludable. ¿Qué es esto de comer orgánico o no orgánico… es ua “moda” o es real?  ¿Porqué antes todo era low-fat y ahora, si leen libros como el de  Michael Pollan, la recomendación es comer todo full fat – o sea no procesado? Y como esa, surgen muchas, muchas preguntas más.

Habiendo dicho todo esto, pensé que en esta aventura lo mejor es ir compartiendo información que nos ha llevado a tomar decisiones sobre lo que ingerimos.

Orgánico ¿sí o no?

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La primera lección en esto de la comida orgánica es que es una falacia que si vas a comer saludable TIENES que comprar TODO orgánico.  Cuando comenzamos a hacer los cambios en nuestra dieta y fui al colmado pensé: “me voy a arruinar si compro todo orgánico”.  Y sé que eso es lo que piensa mucha gente y con razón, más sin embargo, no tiene que ser así.

En aquel momento una buena amiga me envió la tablita que aquí incluyo y que a nosotros nos ha servido de guía.  Las frutas y vegetales que salen bajo Dirty Dozen son aquellas que se deben comprar orgánicas ya que de la manera que son cosechadas se les echan muchos pesticidas y químicos para evitar las plagas y para que duren más.  La columna de los Clean 15 son aquellos vegetales y frutas que no tienen este problema.  Cuando se trata de carnes orgánicas, estamos hablando de que estos animales no se han estado alimentando con comidas procesadas o con químicos.  Recuérdense que cuando uno come carne, lo que el animal haya ingerido es lo que nosotros a su vez estamos ingiriendo.  En los tiempos de nuestros bisabuelos, ellos tenían gallinas en el patio.  Esos pollos venían del patio a la mesa.  ¡Que más orgánico que eso! Pero eso ya no es así.

Y les repito, yo sé que comer orgánico puede costar más, pero en aquellos casos que sabemos que es mejor para nosotros, lo que veo es que ingerir menos pesticidas y químicos en nuestro cuerpo significa que mi cuerpo va a estar más saludable.  A la vez, que digo esto, también les digo que lo MÁS importante en todo esto es que entendamos que comer muchos vegetales y frutas (frescos o congelados, no de lata) es el mejor cambio que cualquiera puede hacer en una dieta por todos los nutrientes que contienen.  Por tanto, es mejor comer frutas y vegetales no orgánicas que dejar de comerlas por no poder comprarlas.

Hay mucho, mucho más que podría decir en este tema, pero los dejo con esto:  Sobre la pregunta de si esto de orgánico es una “moda” o no, la contestación es no y sí.   Según ya les dije, comer orgánico no es nada más que comer sin químicos ni pesticidas.  Es comer como se comía antes en el campo, donde los pesticidas que se usaban eran naturales.  Que les duraba menos la cosecha en aquel momento, probablemente, pero todo se lo comían fresco y comían de lo que había en el patio.  O sea que en ese sentido NO, comer orgánico no es una “moda”.  Sin embargo, habiendo dicho, sí les digo que al igual que en un momento dado, todos los productos eran bajos en grasas, después bajos en carbohidratos, después que si perfectos para el “South Beach Diet” o la dieta de Atkins,  ahora con todo este empuje del movimiento que existe de comer orgánico, las compañías grandes quieren asegurarse de seguir vendiendo y por tanto le ponen la etiqueta de orgánico a productos que aunque si son mejores que la versión no orgánica, contienen tantos ingredientes y tanta azúcar que al final del día no son saludables y no son buenos para uno.  Mi consejo es, primero, dentro de lo que puedan, cocinen más en casa y compren los vegetales, frutas y carnes orgánicos que su bolsillo pueda aguantar.  Y segundo. que cuando vean productos en el supermercado que digan orgánico, LEAN LOS INGREDIENTES.  Y sobre ese tema les hablo en la semana.

Para finalizar, les dejo con nuestro menú improvisado de ayer :)!

De desayuno nos fuimos con avena de nuevo para el chiquito, y para los demás tostadas con mantequilla de almendra y batida de frutas.  De almuerzo el chiquito comió un poco de arroz y pollo de la noche anterior, las chicas y mi marido comieron una combinación de frutas y pan integral con hummus  y yo un poco de mi ensalada de habichuelas.  De cena preparamos una receta inventada en casa de espaguetis integral con vegetales. Literalmente agarramos lo que había en la nevera – espinaca, kale, brócoli y zetas – los preparamos en un poco de aceite de coco y se lo echamos a los espaguetis.  Decidimos también coger el pollo que sobró y mezclarlo con los vegetales e incluir almendras (se han dado cuenta que nos encantan las nueces?!).  Todo el mundo quedo satisfecho 🙂 aunque le confieso que el chiquito ayer sí me dio un poco de pelea. Pero seguimos p’alante :)!