Por Kirine Báez-Rossi para Quehagoconlosnenes.com-

Kirine y la nena_paseo en guagua¿Qué pensarías si alguien te asegura que la hora del tapón puede convertirse en un momento especial para ti y tus hijos? Antes de que digas que es una total locura, lee un poco más y analiza si algunas de estas ideas te podrían funcionar.

Primero que todo, recuerda mantener tus manos en el guía y tus ojos en la carretera. Luego apaga el radio, el DVD y el celular y dedícate a escuchar qué tienen tus hijos que contar. Muchas investigaciones sugieren que cenar juntos en familia reduce los riesgos de conductas indeseadas en los niños… ¿sabes por qué? Porque les da la oportunidad de comunicarse y manejar como familia muchas situaciones que, de otro modo, los chicos no compartirían.

Si tus nenes son pequeñitos y todavía no saben hablar, recuerda que sí pueden oírte y, sobre todo, entenderte. No hay voz más dulce para un bebé que la de mamá; así es que aprovecha y cántales, cuéntales cómo ha sido tu día. Aunque sepas que no te pueden contestar, anímate a hacerles preguntas y guarda silencio por un momento, para que se familiaricen con la dinámica de un diálogo. En caso de que el tapón sea muy largo, nárrales episodios de su vida de bebés, con lujo de detalles y con un vocabulario amplio. Para aprender a hablar, tus hijos primero necesitan escucharte.

Cuando ya saben expresarse, aprovecha para tener conversaciones adaptadas a su edad. Nárrales historias de algún personaje imaginario y cuéntales un capítulo por día; el secreto está en que el final de cada episodio quede en suspenso, para que en la próxima ocasión estén ansiosos por enterarse del desenlace. Otra alternativa es cantar canciones, sin el radio y hasta tomar melodías populares y cambiarles la letra para describir a los vehículos que transitan por la carretera y a sus ocupantes.

Para chicos en edad escolar, el carro es el lugar perfecto para repasar, aprender o memorizar las formas geométricas, los colores, el abecedario, las partes del cuerpo humano, las sumas, las restas y las tablas de multiplicar. Si el  tapón es interminable, no hay más remedio que enseñarles las capitales del mundo, país por país.

Si tus hijos ya son adolescentes o preadolescentes mantener su atención dentro de un vehículo es mucho más retador, pero posible. En ese caso, disponte a jugar dentro de su cancha. De la misma manera en que, cuando tus nenes estaban en escuela elemental, sacabas tiempo para empaparte del material de ciencias y ayudarlos con sus asignaciones, mantente actualizada sobre la trayectoria de sus artistas o deportistas favoritos y estudia los temas que les llaman la atención, para que puedas participar con ellos de una conversación amena.

Los adolescentes siempre tienen una salida que coordinar o una fiesta que planear y puedes aprovechar el tiempo en el carro para pedirles que te expliquen los detalles del lugar donde quieren ir o para establecer las condiciones bajo las cuales les vas a dar permiso. También puedes abordar temas livianos, como por ejemplo consultarles qué le podrías regalar a la abuela para el Día de las Madres o dictarles la lista de las compras y pedirles sugerencias sobre qué artículos les gustaría incluir. Al darles participación les demuestras que sus opiniones son importantes para ti y reconoces que ya no son niños.

Si te toca estar en un tapón espectacular, de esos que te obligan a estar por más de una hora en el carro, es probable que, después que una hora de cantar y contar, llegue un momento en que todos prefieran guardar silencio y escuchar música. Además de los clásicos discos de canciones infantiles, una excelente alternativa son los audiolibros.

Existe una infinidad de cuentos para niños, novelas juveniles e incluso  biografías de inventores famosos. Las posibilidades son infinitas y, si tienes nenes de edades muy disímiles,  puedes encontrar audiolibros con temas que sean atractivos para chicos y para los que ya no son tan chicos.

A diferencia de los videos, que no dejan nada a la imaginación, el escuchar cuentos dramatizados, desarrolla la atención y obliga a prestar atención a los detalles para recrear en la mente el escenario que el narrador describe. Y, aun mejor, les deja a todos una historia común sobre la cual comentar en casa cuando hagan la sobremesa.

Esperamos que estas sugerencias puedan servirte la próxima vez que estés en el tapón.

Cuéntanos de qué hablas con tus hijos cuando van en el carro.

Escribe un comentario y comparte tus ideas.

NOTA: Este escrito es original de Kirine Báez-Rossi, educadora y redactora educativa, para Quehagoconlosnenes.com. Este escrito es una colaboración. No hemos recibido ninguna remuneración por la publicación del mismo. Si quieres enviar algún comentario a la autora, le puedes escribir a: kirine.rossi@gmail.com.