En un abrir y cerrar de ojos mi bebé ya se me va para la universidad.  Me parece que fue ayer que lo recibí en mis brazos por primera vez, lo lacté, lo vi crecer, dar sus primero pasos, decir sus primeras palabras, y de repente…ya es todo un hombre. ¿Cómo fue que diecisiete años se evaporaron tan velozmente?! Recuerdo cada práctica de pelota y baloncesto, cumpleaños, “playdates”, “field days”, ferias científicas, “disco parties”, noches esperando que llegara de los “parties”, graduaciones, ceremonias y como olvidar tantas “cantaletas”. Literalmente, recuerdo todo, y ¡¡ya pasó!! Y ahora, ¿qué?

Ya he llorado muchas veces, casi a diario. Me imagino que seguiré llorando durante todo su primer semestre cada vez que algo me haga recordar su voz, su comida favorita, los permisos, salidas, desastres de ropa y zapatos en cuarto, sus abrazos, sus preguntas, sus chistes. Lo extrañaré demasiado. Dejará un vacío gigante en nuestra familia.

Pero, no todo es llanto. Entre lágrima y lágrima siento una alegría y orgullo inmenso. Poco a poco ese “bebo” se ha convertido en un ser humano generoso, curioso, sensible, responsable y seguro de sí mismo. Todo su esfuerzo a través de los años de estudio en la escuela, esas amanecidas y horas largas de estudio, han rendido fruto. Su sueño de irse a la universidad ya llegó.

He estado pensando en todas las cosas que deseo para él:

  • Espero que tenga todas las destrezas necesarias para salir adelante académicamente. Pero más allá de lo académico, espero que tenga las destrezas de vida, la fortaleza de espíritu y la energía para descubrir y definir su vida.
  • Espero que haga buenos amigos.
  • Espero que cometa errores y que se pueda levantar.
  • Espero que nunca pierda la fé y la esperanza para seguir luchando en los momentos difíciles y la sabiduría para ser agradecido cuando todo le vaya bien.
  • Espero que se enamore, que encuentre su “media naranja”. Y si le parten el corazón (que todos hemos pasado por eso), que pueda recoger los pedazos y volver a tratar.
  • Espero que viaje, vea mundo, conozca otras culturas, otro tipo de personas, religiones y creencias.
  • Espero que disfrute las cosas sencillas de la vida y que no dependa de lo material para ser feliz.
  • Espero que tenga salud para vivir, crecer y aprender.
  • Espero que recuerde a su familia siempre y que mantenga a sus buenos amigos de la niñez.
  • Y sobre todo, espero que sea feliz haciendo lo que le llene, lo que lo haga soñar, lo que pueda hacer por horas sin darse cuenta del tiempo.
  • Espero que encuentre lo que le apasiona y que tenga la dedicación para fajarse y alcanzar todas sus metas.
  • Espero que confíe en nosotros cuando cometa un error o se sienta triste, y que comparta con nosotros lo bueno y bonito y no lo tan bueno y bonito.
  • Espero que aporte a la sociedad, que sea un hombre de bien y que ayude a los que estén a su alrededor.

No sé si todo esto se pueda dar en su vida. Sólo le pido a Dios que lo guie, lo acompañe y lo proteja. Espero que todo el amor que hemos depositado en él le dure para toda la vida y que sepa que pase lo que pase siempre estaremos aquí para él. Que siempre estaremos orgullosos de él y que apoyaremos sus decisiones.

Ahora tendrá su espacio para crecer y definirse. Y nosotros tendremos que esperar, escuchar y respetar ese espacio. Cortaremos ese cordón umbilical, espero no desangrarme al hacerlo (jeje). No obstante, creo que ahora le sacaré más provecho al texting, Facebook, Instagram, Twitter, Facetime, etc. para tratar de sentirme menos lejos de él.

Todavía me quedan dos en casa y espero disfrutar cada una de sus etapas al igual que lo hice con su hermano. Ser madre no es fácil, pero es el mejor trabajo, el amor más grande que uno puede sentir. Así es que seguiremos adelante y luego les cuento como nos va.

¡Deséanos suerte!

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NOTA: Este escrito es original de una Colaboradora para Quehagoconlosnenes.com, editado y actualizado por Quehagoconlosnenes.  No es permitido copiar, distribuir, transmitir, o reproducir este blog sin obtener la autorización previa de Quehagoconlosnenes.com.  El mismo puede ser compartido a través de redes sociales siempre y cuando se incluya un enlace al blog original.