Lo primero que hicimos fue comprar los materiales necesarios: pintura chalk board, cinta adesiva para pintar (o painter’s tape – es de color azul), una brocha, un rolo pequeño y una bandeja pequeña. Luego seleccionamos una pared en un lugar estratégico, ¡la cocina! Escogimos este lugar porque es donde pasamos mucho tiempo y donde hacemos las tareas. Mientras estamos cocinando y estudiando mi nena puede jugar o practicar en su pizarra. El próximo paso fue medir el espacio con una cinta métrica y poner el painter’s tape  para crear la forma que íbamos a pintar. Después comenzamos a pintar. Tuvimos que dar varias capas de pintura y esperar que secara antes de aplicar la próxima capa. Cuando terminamos de pintar quitamos los tapes y dejamos secar la pintura por dos días antes de usarla. Luego de la difícil espera, estrenamos la pizarra y ahora todos los niños que llegan a casa la quieren usar.